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Pese a lo que mucha gente piensa, dueños incluidos, en nuestra peluquería canina en Bilbao creemos que los gatos se pueden educar, pero hay que partir de la base simple que un gato no es un perro y que por evolución, tanto su psicología como sus relaciones sociales son diferentes a las de sus compañeros caninos. Sabemos que humanos y perros tenemos en común ser seres sociales que mantenemos una estructura de sociedad jerarquizada. Los gatos son por naturaleza animales solitarios.
Salvo los leones, prácticamente todos los felinos son animales solitarios y defensores de su territorio. En realidad, el gato es el único animal domesticado que no procede de una especie socializada. En este sentido, le cuesta entender las relaciones de tipo jerárquico. En su relación con nosotros nos ven más bien como iguales, como compañeros. Por eso (especialmente si empezamos a tratarlos cuando ya son jóvenes o adultos) no entenderán bien que intentemos darles órdenes y por supuesto no comprenderán que les castiguemos.
En nuestra peluquería canina en Bilbao sabemos que los gatos se han acostumbrado a la compañía humana y, por lo general, disfrutan de ella, porque aprecian los beneficios que les supone pasar mucho tiempo con ellos. Hablarles, acariciarles cuando tengamos confianza y sobre todo, jugar con ellos contribuirá a que tengamos una mejor relación y sean mucho más receptivos a nuestras indicaciones.
Nosotros te recomendamos que a la hora de hacer correcciones a tus gatos o de enseñarles cosas trabajes con el método de los refuerzos.Como expertos, en Bris Clínica veterinaria te aconsejamos los refuerzos positivos, que son todos aquellos que les producen placer, desde darle chucherías cuando hacen algo que te gusta a jugar con ellos. En cuanto a la utilización de los refuerzos negativos, utilizaremos más bien sistemas como dar una palmada, chistar o dirigirles pequeños chorros de agua, pero siempre procurando no estresarles.